Amor que vigila el nido
todo se le vuelven sombras
maldigo las madrugadas a solas.
peleando con la memoria
los fantasmas y las horas
las manos deshabitadas, solas.
No sé que tienen el deseo
que me consume en silencio,
amor como llamarada
como vino que emborracha.
Tu boca una nube blanca..
En Selaya Cantabria
No hay comentarios:
Publicar un comentario